Tu amargo aire de firmeza,
tu simple vestigio de cariño,
la revolución que conformas al
estremecerte en mis brasos,
la impaciencia de mi excitacion
por cunsumirte bella dama,
la noche fue testigo
del pacto de nuestros labios
la esfinge diviso la sellacion de nuestros poros,
tu placer fue natural, el mio fue universal,
tu cuerpo se expreso de forma providencial,
mis espasmos contagiaron tu picardía,
fuimos un solo cuerpo, una sola noche, un solo mundo,
vi la totalidad de tu organismo, consumiste mi energía vital,
tu figura recreaba una Venus informal,
los minutos representaron una escena de días,
al final un beso agradeció nuestra jornada,
tu emprendiste tu camino abstracto,
yo muy ameno, anexe a mi memoria
la grata experiencia de conservar tu néctar y tu miel
en mis recuerdos.
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