memoERIZAME

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sábado, 15 de enero de 2011

Diario de un vampiro


El día quema el aire
Sin embargo la sombra me refresca
Con su alfombra de obscuridad
Con sus conjuros apolillados
Mientras los grillos cantan amontonados
Y encerrado en mi cuarto
Esperando el ocaso
Para dibujar la noche
Susurro nombres
Saboreo fluidos escarlatas
Expandidos por sedas
Que se retuercen
Espasmados
Derramados en los poros
Tan exquisitos
Tan adictivos
Para estos colmillos
Que cortan mis labios ancestrales
Y este rostro blanquecino
Pálido y transparente
Con ojeras en las mejillas
Y llagas en las pupilas
Recuerda antiguos amores
De aquellas súcubos
Que se entregaron a mis placeres
Haciéndome sentir
Un nosferatus terrenal
Un simple mortal
Y que nostalgia me da
Como entiendo a los humanos
A si tengan un sabor amargo
Me obstina la eternidad
Que pesada se hace para respirar
Cuanto daría
Por probar el final
Y dejar de estar muerto en vida
Esto es una mentira…
De que me sirve la elegancia
Si no tengo fragancia
Tampoco reflejos
Mucho menos sueños
Que difícil es ser un vampiro
Al no poder sentir nada mas que frió
Con una soledad como molde
Sin ser entendido por los cliches
Y esos ajos en la cruz
Que tiene que ver aquí Jesús?
Tengo la misma edad del mundo
Llore al nacer
Nunca llorare al morir
Pues sempiterna es mi piel
Que cruje
Se estira
Se desvanece
Sin un amor
Contemporáneo a mi
Condeno a los que muerdo
Mas no tengo sentido de culpa
Tengo mirada de lupa
Para seleccionar mis victimas
Niños
Jóvenes
Mujeres
Estas ultimas
Idóneas para mis mordiscos
Y excelentes para defenderse solas
Buscando y asechando
Lamiendo los sangrados
Alimentándose de malvas
Cantando en la penumbra
Ahh como se las ve
Tan sensuales
Tan…
Suspire
Algo es algo
Mas no se me pone la piel de gallina
Solo se contrae mi adrenalina
Para levitar en los cielos
Siendo rey de los hemisferios
Solo aunque acompañado
Cansado en un cuerpo de joven
Esquivando el tiempo
Cuando quiero que no se detenga
Para que consuma mis arterias
Mientras escribo en estas hojas secas
Desde una mesa barroca
Desvestido
En esta habitación donde todavía no hay gemidos
Esperando salir
Para no enloquecer
En estos bloques grises
Donde mis lágrimas infelices
No mojan el suelo
Por que solo son imaginadas
Mientras pinceleo la madrugada.