Escudandose en la secuela mongólica de un razocinio por inercia, Colifatto trato de perderse de aquel susurro que había desgarrado las comisuras de sus oídos, pero todo en sus adentros era una confusión de delirios que ya había vivido derramado en alguna de sus constantes pesadillas en la almohada, cuanto temia verse de nuevo en esa situación, aquella mujer lo deterioraba por completo, aun su perfume de sandalo cercenaba lentamente su respiración, haciéndola entrecortada y denotando ante sus dos interlocutores un extremo grado de intranquilidad,
-deberia haber aprendido a fumar- murmuraba para si fernin, asi por lo menos hubiese tenido una excusa para distraerse asi mismo, sobre el momento que contra su voluntad estaba viviendo,…
en medio del un estribillo de viento que se filtraba por algun lado del teatro, tres cuerpos parados, relflejados ante la sombra de un candelabro, yacían como el bosquejo de algun dibujo fúnebre
el ruido estereotipado de las sirenas contrastaba con el silencio de Quijano, Colifatto y la misteriosa mujer, que por sus características daba a entender que gozaba de gran autoridad e influencias en el departamento de policía de la capital,
el capitán ya había logrado desvanecer su malestar hacia colifatto, aunque nunca se lo hubiese imaginado había terminado pidiéndole que no abandone el caso, ahora la intriga del capitán era el conocer los orígenes de la reacción del detective ante la presencia de su superiora, pero para ello entontraria otro momento para enterarse…
-colifatto la estrafalaria de mi mujer me esta esperando para ir a terminar las compras-
Necesito que te hagas cargo si o si de este caso-
-venga no me vengais con chiquilladas ahora-
Asi volvia en si el capitán, con su egocentrismo intacto, teniendo control sobre la situación y sobre Colifatto, y si que tenia que apurarse, 8 llamadas perdidas y mas de seis mensajes de texto le había dejado su esposa con una serie de tiernos improperios hacia se persona
-que les rinda la noche-se le alcanzo a escuchar al capitán desde la ventana de3 su auto
Por otro lado la mujer miraba detenidamente a colifatto
Su respuesta todavía no había sido expulsada por la boca del detective
Habría de ayudarle un poco entonces para que este no se inmute, mucho menos encalambre con el nudo de sus palabras no expuestas,
-no has cambiado mucho- dijo con gran tranquilidad
Tendría que haber cambiado en algo?-respondio enérgicamente colifatto
Pero la mujer no quizo adentrarse en polemicas, fue directo al grano, le pregunto que pensaba sobre el crimen, estaba muy interesada en saber el perfil del asesino pues el asesinato de esa noche se asemejaba mucho con una serie de delitos que se venían cometiendo hace algunos meses, una mezcla de elegancia con una explosión desenfrenada de histeria, era el sello de aquel que tenia en vilo a la ciudad de Madrid, los diarios con su sensacionalismo barato ya alistaban los titulares para beneficiarse al máximo de la muerte de un hombre, del cual también habrían de investigar sus orígenes, y solo colifatto era la persona indicada para llevar adelante este caso, para unir las las pistas que el asesino tal ves subestimando las capacidades del detective dejaba en cada hecho cometido…
-pobre hombre- solto de repente colifatto al mirar detenidamente su rostro, mistificado por rojos y magulladuras a los poros, los ojos sin orbita, las pestañas manchadas, los labios extrangulados, un ceño de animas con los cabellos alborotados y algunos dedos desmembrados, ese era el resultado de la observación preliminar del cadáver, el forense habría de ocuparse mas a fondo del tema, un poco mas calmado colifatto decidió ir a la cafetería de la esquina, en busca de un capuccino para apasiguar el cansansio de su jornada, sin ser descortes, invito a la mujer que con la que se había vuelto a encontrar, ambos llegaron al sitio y una ves hechos sus pedidos, trataron de conversar…
-que buen lugar colifatto- la mujer
-primera ves que vengo Susana-estornudo el detective
-bueno eso no le quita que sea un buen lugar- repitió
-por que viniste?-añadio colifatto
-eso ahora no viene al caso- lo que necesitamos ahora es encontrar a ese maldito asesino-respondio tímidamente Susana
-ese hijo de un preservativo descompuesto me interesa un pepino- se atreve a dejar pistas que según el nos van a confundir, es un aprendis de sádico, o algun decerebrado siguiendo algun ritual dogmatico, lo sierto es que quiero saber por que estas aquí, aquí en mi espacio, aquí donde vine para estar lejos de ti-
-Fernin piensas muchas cosas, ese es tu error, si tan solo no pensaras, siempre estas ahí, reproduciendo las películas lelas que te haces en tu mente, de que te sirve ser tan ordenado, si no aceptas el orden del destino, estamos atados en algun sentido, nos amamos, o acaso se te olvidan los paseítos en bicicleta hace una década?
-esos paseítos solo son recuerdos, recuerdos que prefiriria no recordar, son espectros que aparecen cuando cierro los ojos, son fantasmas que están conmigo cuando camino, sombras que me acompañan cuando estoy trabajando, tu eres un sortilegio, eres un mal misterio-
Eran las ocho de la mañana, los rayos del sol hacían sus esfuerzos por entrar en la oscuridad del cuarto del detective colifatto, pero aquellas cortinas purpureas enflaquecían cualquier intento por que allí primara la luz, en la vastedad de la recamara reposaba colifatto, ignorando que el capitán le había escrito a su msm blackberry para verse a las nueve de la mañana en la oficina, y como odiaba colifatto esos raros aparatos, llenos de tantas teclas, aplicaciones y gente entrometida, además el odiaba la mala educación en las personas, y era normal que una conversación interesante se viera interrumpida por una notificación en facebook, un contacto en el msm o un trivial estado en twitter, para el era mejor contar con su practico “raspahielo” celular nokia ericcson modelo 99, todo se remitía a marcar y contestar, a llamar y colgar, pero ese entrometido del capitán lo había obligado a aceptar, con eso de que la policía se esta estructurando de mejor forma, que los criminales utilizan la tecnología para cometer sus fechorías y por ello los gendarmes deben estar a la par de estos incapacitados para vivir en sociedad, que raro aparato, como cambia a las personas pensaba la otra noche….
Tres de la tarde y colifatto aun envuelto en sabanas, seguía nadando en sus sueños, era extraño que se tomara un dia libre, mas aun con ese orden y seriedad que lo caracterizaba, pero no se sentía bien, aquel encuentro enmarañado, lo había dejado desconcertado, pero mas alla de eso, una inusual sensación de libertad empezó a consumirlo, por las facciones de su rostro parecía estar siendo victima de una linda ensoñación, tal ves y se viera visitando alguna playa caribeña, acompañado de un buen libro y una tierna musa o viceversa, pero lo cierto es que su quimera tenia que ver con su abuelita, algo poco habitual puesto que el trataba por todos los modos de dejar a tras su pasado, pero si algo se rescataba del mismo, era la imagen de su abuelita preparando tortillas de maíz mientras le cantaba algunos bambucos y rimas, en la cocina folclórica de una humilde finca al lado de la carretera panamericana, allí huia el siempre de sus pesadillas, ahí encontraba la ataraxia necesaria para poder seguir soñando, con su abuelita llenándolo de golosinas, peinándolo para llevarlo a misa, contándole los mitos de la región, cosechando las naranjas del árbol, como lo alimentaban estos recuerdos, su memoria se autosanaba instantáneamente, y se levantaba con un mejor semblante, que importaba que Susana hubiese regresado, que interesaba aquel capitán malgeniado, ahora el con una entristecida sonrisa decidia levantarse para lo que seria volver al trabajo deprisa…
El mismo sol alumbraba el cielo por todo el firmamento, curiosamente en época de invierno hacia un calor extremo, los niños por la plaza caminaban con el helado derretido y sus mejillas prendidas, algunas jovencitas montaban patines haciendo piruetas por los andamios del parque, algunos turistas estaban asombrados con la belleza de Madrid, por otro lado algunos ancianitos jugaban partidas de ajedres resguardados en la sombra, allí se amontonaban como chiquillos, moviendo fichas a su libre albedrio, parecía un torneo internacional, pues habían viejitos de argentina, franceses, italianos, colombianos y españoles, pero todo era improvisado, y esto lograba captar la atención de todos los que pasaban por ahí, el ganador de todas las llaves, se enfrentaría con el actual campeón, un Catalan de 86 años que había sido mago, bohemio y poeta
En casi toda su existencia, pero ante la impaciencia de los asistentes, al ver la ausencia de Don Quique actual campeón, decidieron aplazar la final con Don Gonzalo para la próxima semana, en ese mismo instante, en aquella mañana en la que todo era perfecto y hermoso, en un suburbio de la ciudad, se reportaba el hallazgo de un cuerpo decapitado, mientras en uno de los botaderos de basura de la plaza, un andrajoso muchacho encontraba una cabeza octagenaria, con una mueca ordinaria, sin cuerpo ni baston….
Si algo tecnológico a lo que colifatto no le tenia bronca, era a su amado ipod, con el se perdia por momentos interminables de la ciudad, o mejor con el perdia por momentos infinitos a las personas de su urbanidad, iba por los callejones, flotando sobre ellos bajo melodías de portishead, Lisandro aristimuño, bjork, carla morrison, con el concreto despejado, mientras analizaba el dia, la tarde o la noche, siendo observador en la urbe asesina, en aquella ciudad cosmopolita que envídan otros lugares en el mundo, y es que el pensaba como alcalduchos de ciudades o pueblitos mágicos, querían ser algun dia como Madrid, acaso y querían silenciar sus cielos con frívolas estructuras de metal, con descabellados mountros de cemento, tamando las montañas y los ríos del firmamento, matando arboles con su aliento siniestro, con aquel ruido estruendoso, con aquel paraíso de engaños, pero asi se perdia, en su música, una de sus pocas aficiones, mientras en un descuido, empezó a llover de seguido, el churrasco no evito que llegara a la oficina, allí el capitán Quijano no perdió el tiempo en saludos y tirando un sobre con fotos recibió a colifato
-donde te has metido-? Para que tienes el blackberry-mas fácil encuentro a una latina fea que a ti-
Mira lo que nuestro querido asesino ha hecho-…..pronuncio el capitán…
Y mirando las fotos colifatto colifato concluyo la “reunión de trabajo” diciendo-cada ves se hace mas violento-
Antes de salir de su oficina, el capitán le dijo a colifato con un tono jocoso
-ahh por cierto, la jefa te dejo este sobre, aun no entiendo por que la jefa pierde en tiempo contigo, pero bueno como buen profesional cumplo con entregarla a su destino, asi el destino sea sucio o desagradable, bueno que tenga buen dia!!-
Primero se aparece sin decir nada, y ahora se atreve a escribir, no, no voy a leerla, pensaba, la votare a la basura, mmm no puedo hacerlo, ahhh….susana por que te empeñas en molestarme la vida, con estos pensamientos, colifato leyó el contenido del sobre:
No puedo mas…
Aun te amo…
Llamame =)
SUSANA
Al leer esto colifato empezó a sudar, quedo emparamado de agitación, la hoja que tenia en las manos se humedeció, respiraba y exalaba profundamente, sentado en sobre su escritorio, empezó a escarbar entre un montos de carpetas, y allí estaba lo que buscaba, una foto de el con Susana tomada en alguna de las cellecitas de Paris, felices y con sus manos entrelasadas, suspiro, se le escapo de los labios un
Contigo todo vale la pena
Frangmento de alguna canción loca de las que escucha, en ese mismo instante una llamada lo alerto, una voz distorcionada lo saludo…
-colifatto con que me andais buscando-mirad como le tengo a la gente rezando a sus santos-
Crees que yo me ando con pendejadas-ya veras que la próxima victima será toda una obra de arte-
-ahh feliz dia de reyes investigador de pacotilla-
Colifatto no se dio tiempo para responder, enseguida mando a investigar la procedencia del lugar de la llamada, salió camino a la noche mojada, a buscar mas pisntas entre centenares de personas obnubiladas, amontonadas como juguetes, tras el asecho de un criminal demente, suelto en la ciudad, emancipado para matar, para matar asechado como un manjar por el investigador, por el detective que del alguna manera, ya contaba con una buena causa para amar la ciudad.
