Beso tus pies
Mientras se eriza tu sudor
Deslizándome por la geografía de tus músculos
Descifrando las letras arameas que reposan entre tus piernas
Al mirar tus sonidos
Mientras escucho lo que escribes
En mi espalda
En mi alma
Volando entre sedas
Vestida y desnuda
Llenando mi piel de noche
Rasguñando mis poros
Con marcas de mujer
Con llagas de ternura
Te mueves dichosa
Yo me muero en tu mirada
Encuentras todos mis escondites
Te adentras
Avanzas mientras me electrocutas
Con luces verdes
Que contrastan con tu rosado interno
¡que manos!
¡que vientre!
¡que melodía es tu silueta!
Vences la almohada
Fumas tan oportuna
Reflejando tu vista en mi
Te acaricio sin tocarte
Vos reclutas mis instintos
Me desnucas los tobillos que tiemblan
Llueve la laguna húmeda
Estoy dormido en tus paramos
Amaneciendo en tu sabiduría
Con el frio de tu voz
Calcinando mis huesos
Mientras recorro tus caminos perdidos
Fecundándolos
Regándolos
Para cosechar tus abrazos en cadena
Para vencerte niña de avena
Rendida en la fogata
Sin llevar alpargatas
Bésame en la nada
Por minutos indefinidos
En mis labios impalpables
Con tu lengua abstracta
Y tu saliva volátil…
Bésame regando bálsamo en mi piel
Arrinconando mi control
Dominándome mientras adormezco
Preso de tu domino en mi…
Bésame mientras te miro por la ventana
Caminado en tus versos volados
Con falda y bufanda
Con tu belleza en mis tinieblas…
Bésame cada segundo
Mientras floto en tus venas
Pintándome de sutileza
Y devorando tus lunares…
Bésame en tus recuerdos
Mientras me olvidas
Mientras lloras por mi
Tan linda
Tan serena
Tan ajena….
Bésame cuando me digas adiós en tu memoria
Y me pierda sin discordia
Siendo todo tuyo
Siendo lo que no pude ser
Queriéndote mientras jugabas
Amándote mientras tu ya no estabas…
Bésame por que te extraño
En tan mágicos ratos
Donde corrías y dabas vueltas
En la lluvia tan violenta
Sensual y santa
Revolucionando mi corazón y mi garganta…
Bésame ahora que no estas
Cuando veo tu foto
Y tus ojos me cortan
Por que eres fantasma
Por que eres fantasía…
Bésame mientras me besas
Siendo mía
Siendo del Alquimista
Solo ven conmigo en tus besos
Solo quédate para alegrar a este poeta austero.
Quemado en tu sombra
Ardiendo en la anarquía de tu cuerpo
Levitando como péndulo del viento
Por los rasgos corpóreos del orgasmo
Cuando tu mirada aniquila mis labios
Siendo estos todos tuyos a la hora del desayuno
Tus manos misteriosas
Suben
Bajan
Se mantienen constantes
Por cada poro titilante
Por cada beso que mutila mi alma
Tu cabello rojo naranja
Acaricia mis estigmas
Controla mi veneno
Y me regala el lienzo de tus ojos en la sabana
Vienes
Te acercas
Me rezas mil y un placeres
Mientras destrozas el kiwi con tus dientes
Diamantes hermosos
Que hacen toda una joya renacentista de tu lengua
Esta me regala
Sus lamidas ciegas
Colonizando mis arterias
Produciendo mis fríos entumecidos
En la vanguardia de la desmesura
Que pinta los cuerpos derretidos
Mientras la noche se exilia
En los zumbidos de tu sensualidad infinita.
