¿Libelula o Parabola?

Engreido bajo tortuosos espasmos estrafalarios
viajaba el viento recopilnado todos los unisonos del mundo
con él llevaba semillas de dialogo y convivencia
para redefinir ese trigo sombrio que habia poblado la infratierra
en su camino se encontro con un orco, este al contrario de todas las estigmatizaciones mundanas del mundo fantastico, resulto ser pacifico y digno de confianza, en medio de un contexto unico donde todos los elementos de la tierra se renovaban gracias a las herramientas del aire como los tornados, tifones y uno que otro viento de agosto para comprometer a la niñez con su deber maximo que es soñar y reir, el viento y el orco conversaron de temas terrenales y esotericos, el orco describio las bondades de los humanos y el poder fundamental que proferia su mirada, el viento refutaba al orco pues al ser nomada y recorrer en diferentes direcciones el paramo, la montaña, la mar y los llanos, habia conocido de lleno la maldad mundana, en todos estos lugares el viento no habia logrado atinar en el por que de las contradicciones de nuestra raza, por que amabamos para morir? por que muchos morimos en vida? o simplemente como la mayoria de muchos vivimos mas no existimos? el orco comprendio las penas del viento, mas no reparo a invitarlo a cambiar de tema, para el orco la realidad humana era alucinante e infructuosa, digna de no ser estudiada por seres supremos, pues su complejidad era tan simple pero no entendia nuestra necesidad al otorgarle a cada fenomeno en nuestras vidas una explicacion, el viento escapo de su divagacion momentanea y el orco en un fiel ejemplo sofista, lo convido a embriagarse con el acido sabor del lupulus de una añeja y espumosa cerveza, para asi en esa blanca composicion alcoholica, fecundar nuevos mundos, nuevas utopías, nuevas creencias.