Pentagrama de una noche madrugada

La discordia es tan profunda que emula al angel caido
la miseria cae en su corazon gestando el arte del dolor
la triste ilustracion del mendigo de amor
queda fomentada al momento que nadie
lo socorre con una moneda de comprension.

La carrera surge por los caminos de la sangre reptilia
donda la batalla campal termina con una mortifera ronda de juego
los dioses molestos se divierten con sus concuvinas(paradoja divina)
aburridos por la presencia efimera
de personalidades comunes en la tierra
buscan nuevos mundos donde jactarse sembrando su omnipotencia.

En el nuevo lugar hay un piso de roble
de añejamiento perfecto y condicion bicentenaria
en el reposa un cuerpo sonñoliente, abstraido y vencido por su propia exalacion
en el centro de este conjundo de moleculas y celulas
yace una daga cuya punta es un cristal luminoso
tal accion la ejercio la autoeliminacion.

Las hadas presencian el hecho funebre por la ventana
atenuadas quedan sumergidas en una laguna de llanto aconsecuencia de lo sensibles que son
pero mas alla de esos espasmos emocionales nada ocurre
nada cambia, ese cuerpo inerte entra en las margenes del olvido
de la inexistencia, de la nada, de un vacio potenciado por el suicidio.

Su ingrimo despertar es tan complejo
por un lado hay un mundo nuevo que explorar
por el otro esos petalos negros que comienzan a fastidiarlo
en el cielo se pinta un eclipse magenta
el aire es seco
y ese liquido semejante al agua no quita la sed
en unos instantes se ve rodeado de seres tan asombrados e indefinidos como él
el encuentro es dispar
pues el recien llegado aun no comprende lo que las animas perceptivas de su alma sienten
es en ese momento donde una pequeña silueta amorfa y tullida
toma su mano y lo guia en sus pasos
toda esa mancha fantasmagorica emprende la marcha
en firmamento es infinito, indeterminado, intangible
nuestro nuevo ocupante reproduce una esperanzadora sonrisa
queda con ilusorias necesidades de comprenderlo todo
mas el mismo por mucho tiempo reuso de comprender lo que en su interior reposaba.

Lo sierto es que el sonido de una riña callejera
en una urbe apocaliptica y avernal termina con esta ficcion anonima
todo era una ensoñacion, una quimera sombria, una mistificacion a la realidad
una alucinacion cosmica
o una simple estrofa de un himno que a la parca pertenecia